Recorría las costas norteñas buscando descanso para mis nervios cuando, casi por casualidad, tropecé con una silueta conocida que realizaba lo que después me dijeron era “meditación contra la puesta de sol”.
En efecto, no podía ser otro que nuestro querido y desaparecido amigo Chindasvinto.“Chindas” para los amigos. El héroe de leyenda. Unico descendiente conocido del famoso rey Godo, visionario, aventurero y ácrata. Un ser especial cuyo carácter forjaron otros tiempos, más lúdicos y menos manipulables que nunca volverán...
Tras un abrazo, lo descubrí delgado pero en forma. Vivía de lo que daba el mar y los turistas. Pregunte por su paradero en los últimos tiempos y me dijo:
- Mmmhhunnn! esa es una historia muy larga que te contare si sustituyes al mar y a los turistas, invitándome a comer al chiringuito.-
Como me iba a negar. El brillo de sus ojos delataba que tenia muchas ganas de hablar y, por supuesto, yo las tenia de escuchar sus historias, así que sin demora nos sentamos en una mesita. Dos jarras de cerveza para empezar en lo que decidía que comer.
Casi un año desaparecido desde el descabellado proyecto de “trasformar la realidad” le habían llevado a aislarse voluntariamente de los centros habituales de poder donde se movía y a relacionarse con el extremo contrario, sociologicamente hablando, claro.
Así topó con un grupo reducido de individuos con un solo objetivo vital: Escalar todo aquello que fuera posible; Rocas, bloques, montañas, murallas, acantilados, catedrales y edificios públicos... Cualquier objeto, cosa o construcción era valida para plantear la ascensión y ser motivo de jolgorio y divertimento. Todo esto utilizando grandes dosis de arrojo, destreza y resistencia física.
No podía creer que todo este tiempo lo pasara con individuos tan sumamente extraños, los cuales me comento también, que hablaban otra jerga difícil de comprender y que aun los aislaba mucho mas del resto de mortales.Yo dije:
.- Tan rebeldes y con idioma propio, serian adolescentes!!-Y Chindas contesto:
- En absoluto. Algunos entraditos en años seguían comportándose como barbilampiños chavales de 15 –
Y no era esto lo más espectacular...Eran muy pocos y en constante enfrentamiento, solo por la forma en que hacían aquello de subirse a todos los sitios.
Mi perplejidad estaba empezando a divertir a Chindas y como la cerveza se había terminado, pedimos vino y unos pescaditos.
Cuando llego el vino Chindas me explicaba las razones, si es que las había, de aquella lucha interna.
Me contó que había conocido al grupo de “Los Clásicos”:
En su pequeño reino colgaban de las paredes cuerdas de cáñamo roñosas, tacos de madera hinchados en las fisuras y clavos herrumbrosos. Se reunían panzudos, de barbas pobladas y entraditos en años, alrededor de una hoguera para beber, fumar, comer y contar batalla tras batalla hasta que el cansancio o la “sobrecarga” les hacia rendirse al sueño.
Mantuvo alguna relación con muchos diferentes, de los cuales destaco a “ Los Puristas”:
Vestidos completamente de blanco pasaban el día mirando la pared, la cual estaba limpia e inmaculada. Ni seguros, ni cordinos, ni musgo, ni paja... nada además de la roca brillante. Y así hasta que Chindasvinto se aburrió de contemplar.
“Los Técnicos”: que no escatimaban esfuerzos económicos y tecnológicos para superar las dificultades de la roca. Para estos todo se podía justificar en pos de la ascensión. Así que en las paredes florecían metales de todo tipo. Acero inox, cables, poleas, materiales de ultima generación... Chatarreros verticales los calificó.
Y aun más. Había una nueva tendencia de los mas jóvenes, los cuales no buscaban grandes paredes sino bloques y muros cada vez más pequeños. Se tumbaban en el suelo y trataban de levantarse. ¿? ,incluso los mas extremos llegaron a excavar alrededor de las rocas para que él suelo estuviese mas bajo aun.Y entre todo este desastre...
¿Es que no había ningún grupo razonable, que aplicase el sentido común a sus actos, que fuera permeable a nuevas influencias? Que discutiera su futuro de forma racional, sin aislarse en sus errores y que viera en los demás posibilidades, en vez de negación???
-No- Me dijo con un gesto de pesadumbre.-Y por eso abandone esa vida y me vine a meditar al mar.-
Chindas estaba bebido. Había dado buena cuenta de dos botellas de vino, dos platos de parrochas, pulpo y 2 jarras de litro de cerveza que habían desatado su lengua.
Pague esa comida y le di un teléfono para que me mantuviese informado de sus andanzas. Misión imposible con un personaje que mañana habrá olvidado esta conversación.
2 comentarios:
que alegria tener a chindas de nuevo por aqui, normal que se haya dado a la bebida con tanto sectario por ahí danzando. ...
Hola Guapo!!
Pues si, Chindas si que sabe, a pesar de su particular locura.
" quito, pongo, repongo, requito y ahora tambien pinto, pinto, gorgorito" Al final el que pierde es el monte. Nosotros, seres intrascendentes nos iremos de aqui pero dejaremos basura para el recuerdo.
Me encanta que Chindas te mole!!
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