Con la pequeña ayuda de mis amigos.

Comienza Enero 2010 con mas incertidumbre económica y socio-laboral que el año anterior. Solo el jaleo de un bar a las ocho de la tarde es más ruidoso que las campanadas de alerta que llevan repicando en mi cabeza 20 meses.

.—Que pasa Rober! Vamos a irnos a esquiar este año, o que?—
Ansiedad.....

Si me atengo al bolsillo, debería volver a declinar la invitación, por tercer año consecutivo,....pero “ necesito curación” mas que nunca. Terapia de la mejor que conozco y cuidados paliativos a base de risas y buen rollete.
Por que:
..............De nada sirve correr amenazando al fracaso.
Ofreciéndole puños a quien, no sabe, no conoce, o no puede verlos..........

Así que márchate y llévate la pena a pasear y a sudar por las nieves Pirenaicas.
A compartir dias de gloria y redención . A recuperar el apetito. A darle de comer y beber al espiritu antes de que el estrés, la desidia y el aburrimiento conformen los solidos barrotes de la carcel del tedio. Y te deprimas para siempre.

Al tercer día me rompí y me traje a casa, un gemelo que abultaba por tres.
Ya sabes. Nunca nada sale como estaba previsto. Seria muy aburrido y no aprenderíamos nada si todo saliera según el guión no escrito.
Solo hay una cosa que perdura en el tiempo. Que trasciende la actividad. Que te fortalece y refuerza. Aquellos con quienes lo compartes.
Desde el principio y por encima de todo.


Todo es posible con la pequeña ayuda de mis amigos.