14 may 2015

Las redes Sociales. “Publico luego existo o escalo” Blogs, Facebook, Instagram...




Pregunta comprometida:

Cuantos de los que ahora leéis esto abordáis el ordenador al llegar a casa un domingo por la noche, ansiosos de colgar las imágenes de lo que ha podido ser un fin de semana memorable?
Opinión del todo subjetiva que posiblemente tres días después no parezca tan brillante.

Cuantos os sentís mal cuando recorréis las redes y los blogs sufriendo por lo que otros publican aparentemente tan felices, de las actividades tan maravillosas que realizan y de la sensación que transmiten? “Este está todo el día en el monte!! No curra nunca!”

Viéndoos arrastrados inexorablemente a tener que publicar vuestro aparente estado de felicidad absoluta y comunión con el medio. Asediando vías un día tras otro, mañana tarde y noche, o rebuscando pedregales inmundos donde daros la gran paliza para luego poder haceros una foto de cumbre, a la que también se llega andando, fervorosamente abrazados a un desconocido… Al pie de la foto pones: Juanito y yo en la cima… y resulta que lo conociste en el aparcamiento y fuiste blasfemando porque iba muy lento y no sabía hacerse el ocho.

Pero tienes que publicar la maravilla, lo duro del largo, el paso clave y la mesa llena de cervezas vacías … o a tu colega el del timbal que no dejó de dar la matraca en todo el fin de semana…tunda tunda tunda…entre cigarrito y cigarrito…”Joer, que buen tipo el timbalero…” 
Este último fue el más  popular de los 6 grupos de whatsupp donde estas apuntado.

Y si lo hacías y de repente dejaste de hacerlo…?

“Hey tron, que pasa es que ya no escalas?? No has vuelto a publicar nada... A ver si sacas algo???”

 Ohhh… El público te reclama!!! Nooo… Mejor dicho quieren ver lo que haces para imitarte o servirse de la información que prestas, para “matarla” y en el peor de los casos solo con el fin de seguir calentando la silla.

Por no hablar de aquellos enfermos de la cámara de fotos…que te persiguen como paparachis, buscando un, no sé que, para luego salir en todas las fotos igual… y aparecer en sus publicaciones a traición.  “Oye, te vi con… no sé quien en tal sitio”…y te rompes el seso tratando de dilucidar  cómo es posible que este sepa donde estuve yo…” Joeer,  El Paparachi!!”.
Esos que se paran en el paso para fotografiar la regleta o que sueltan la cuerda con la que te aseguran y te dicen: “Espera, mira aquí con el pulgar hacia arriba” Y tú estás en medio del apretón, con los brazos “a caldo”, el seguro “en ca dios” y  luchado por no caer.

Mención especial para esos héroes del Postureo Outdoor  Moderno. Herederos de la vocación frustrada de modelos de Cibeles, pero en la montaña. Salen guapos, sonrientes y peinados y deberían saber que el casco despeina bastante…  Con forzado gesto de apretar y el material colgando sospechosamente mas paralelo a la horizontal de lo que debería.
Bombazo en Instagram!!!

 Un premio gordo para ellos, que salen del coche uniformados, con raya al medio y camiseta planchada, o que cacarean a los cuatro vientos los detalles de la vía que están haciendo aunque al resto no les interese para nada.

Esclavos todos de las redes sociales y de la ciber-vida que, como no podría ser de otra forma, toca muy de cerca a la comunidad escaladora.

P.D. " Pregunta comprometida dice...pues yo me niego a contestar, ole!!
       Ahhh, pecador....no será que tienes algo de todos y cada uno??"





Tercera entrega
Adictos al Material. Una historia mercantil.


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